lunes, 7 de marzo de 2022

Sobre la sombra y el arcano XV

El arcano XV, el Diablo, se vincula con el arquetipo de la sombra, esa que puede poseernos cuando no la hacemos consciente. Por eso el diablo aparece encadenando a esos seres que, si quisieran  (si se atrevieran a mirar lo que han negado de sí mismos, si se tomaran el trabajo), podrían liberarse. 

Robert Bly compara la sombra con un "gran saco que todos arrastramos"; en esa bolsa fuimos depositando características negadas, que podrían ser muy valiosas si las comprendiéramos e integráramos de algún modo. No reconocer la sombra es arriesgarse a ser asaltado por ella en cualquier momento.

Hace años (muchos años) escribí este poema que hoy encontré sin haberlo buscado. Mi visión de la sombra entonces era amenazante, era la sombra que "salta" sobre quien no la ha aceptado:


Mi sombra

Me atacás por la espalda cuando soy feliz

y hacés de mí una desconocida.

Me clavás el puñal de tus rosas oscuras,

de tus oscuros pensamientos.

Rozás mi paz nocturna con tu ala leve,

me invitás a la pena.

Me mostrás la otra cara de todo

aunque yo no lo quiera.

Reconocés mis ojos y mi frente

y dibujás en ellos

los ocasos más tristes de la tierra,

la soledad de los amaneceres.


Dicen Juliet Sharman-Burke y Liz Greene en El tarot mítico, al referirse al arcano XV, representado por el dios Pan:

"El Loco debe liberarse alcanzando el conocimiento y la aceptación honrada y humilde de Pan; entonces podrá rescatar el poder creativo que está encadenado por su propio pánico y asco de sí mismo".

Sin duda, el Diablo nos propone una tarea difícil pero necesaria: tomar conciencia de nuestros propios aspectos negados.




No hay comentarios:

Publicar un comentario